lunes, 19 de noviembre de 2012

Recepción y ubicación inteligente de mercancías (I): R.M.

Saúl Fdez. Suárez explica que la tecnología y la ciencia han hecho del tratamiento y hospedaje de mercancías para su venta un entorno más afable y dinámico, pero los problemas que acechan a la gestión física y administrativa de un almacén siguen siendo los mismos y requieren de nuestro control constante y efectivo.

Saúl Fernández Suárez para “LinealCero”, a lunes día 19 de octubre de 2012.






Cada vez que unos pocos me escriben a “LinealCero”, generalmente amigos, me piden que redacte algo sobre cómo nos las apañamos y nos desenredamos con tanto trajinar en las grandes tiendas.  Me pregunto con qué derecho he de aburrir yo a la gente contando algo tan rocoso, quizás por ello no participe tanto del blog; pero ya que en mi última colaboración en septiembre hablé de las tiendas pequeñas y medianas, hoy lo haré de las grandes y de su logística interna. Hoy quiero hablaros de lo que viene en estos días a llamarse  “recepción y ubicación inteligente de mercancías”. Pues bien, he estado en muchos sitios, pero quizá de donde más cosas pueda extraer conclusiones por mi trabajo acerca de ello sea acaso en esto: “recepción de mercancías”.

“R.M”, como se le conoce en el argot, hace referencia a la parte física o disposición de espacio de las grandes tiendas, plataformas de distribución o naves logísticas donde, para su almacenaje provisional o puesta a venta, se reciben las mercaderías procedentes de su centro de producción u origen arancelario. Puede ser que esta procedencia provenga directamente de una fábrica de Lyon o quién sabe si del mismo puerto de Lisboa. Dado que somos unos interesantes clientes para China, seguro que Barcelona constituye la puerta de entrada del Mediterráneo de sus artículos; o bien podemos comprarle productos a nuestros distribuidores nacionales, como vino, alimentación seca o leche. Sea lo que sea y venga de donde venga absolutamente todo lo que se vende o distribuye a una gran tienda debe acceder para su control físico y administrativo por el patio de trasbordo a través de camiones o camionetas que se acomodan en dársenas o muelles preparadas para las descargas. Y es desde ese momento, una vez acoplados los remolques a la estructura del edificio, donde comienza la danza para nosotros. Y esto implica una serie de reglas dentro de la logística interna moderna.




Unidad de transporte logística anclada a
 muelle de recepción de mercancías.

Generalmente la mercancía se atiende por orden riguroso de llegada salvo excepción. Por ejemplo, la fruta y los huevos tienen prioridad sobre cualquier otra carga o mercadería por no ser obligatorio su transporte refrigerado. No nos interesa que se echen a perder ya que estos delicados productos de primera necesidad, en primer lugar, son estratégicos para el funcionamiento de la tienda: ¿iría usted a comprar a un establecimiento donde faltaran huevos o la fruta estuviera dañada por el calor?. Es evidente que no, que perdería la confianza en el local y le costaría volver: el proceso de venta empieza en la misma área de recepción, no es lo lineales; ahí radica su importancia. En segundo lugar, si esta mercancía perecedera se daña en destino hay que recurrir a justificar su desestimación al proveedor o al seguro y esto implica burocracia (tomar fotografías, redactar informes de devolución, formularios varios, etc.). Y nadie quiere estos problemas. Con lo cual, “prioridad absoluta y recepción inmediata” para estos segmentos de productos.


Patio de trasbordo.

El extremo opuesto en la recepción de mercancías lo tendríamos, por hacernos una idea, en ser transportista de lavadoras: requiere armarse de paciencia y esperar su turno a que la tienda le atienda. Esta espera no está exenta de tensiones, sobre todo si al camionero o transportista (que a partir de ahora llamaremos agente logístico) se le ha impuesto en su hoja de ruta por parte de su jefe de tráfico en su empresa otra descarga más y va limitado de tiempo, que es lo natural de su oficio. Entonces el agente logístico se te acerca y te apremia, te atosiga y en ocasiones habituales hasta marea a los chavales que tienes a cargo para las diversas operativas. O incluso llegan a  incordiarse entre ellos: los transportistas pueden llegar a discutir hasta por la posesión de algunos de los transpalets automáticos que les cedemos para ayudarse en su descarga o la situación de un muelle determinado. Y ahí entra tu lado de tipo duro: ser coordinador de recepción o descarga es un oficio áspero que implica casi mascar tabaco, sombrero inclinado, mirada afilada y barba de tres días. Y ya que estamos en estas, ya que queremos hablar de recepción y ubicación inteligente, el primer paso para este diseño inteligente de recepción es antes que nada tener controlado el factor humano externo. El que manda eres tú y si alguien no acepta las normas de desembarco se le debe invitar a abandonar la orden de descarga e informar inmediatamente a su empresa de la incidencia. Si el camionero o cualquier otro agente logístico o cadena de transporte ajena a nuestra organización impone su prioridad a la nuestra, se rompe el equilibrio de procesos en la tienda repercutiendo en toda su estructura y funcionamiento.


Centro Logístico de "El Corte Inglés" en Valdemoro 
en la actualidad y en sus inicios en los ochenta.



En las próximas entradas trataré de explicar qué hacer con la mercancía una vez aceptada y depositada en nuestra área de recepción en espera de entrar en la tienda. Eso sí, lo haré haciendo hincapié en la tecnología informática, la estadística, la robótica o el diseño arquitectónico de la nave o almacén. Ello ayudará a entender cómo saber si viene correctamente la carga, que prioridad tiene para la sala de ventas y dónde ubicarla dentro de un espacio de albergación específico si está en espera de entrada en lineal de tienda. Se mencionarán aparatos-escáner que llevan a cabo una lectura volumétrica láser de la carga o de procesos “just-in-time” como estrategias específicas de ubicación inteligente y localización remota. Mientras tanto recalcar que el aspecto más crítico del almacenaje moderno y que la ciencia y la tecnología no han logrado solucionar sigue siendo aún hoy algo tan clásico como el factor humano, esto es, las personas. Y que un buen entrenamiento de asertividad con ellas es el primer paso y lección para llevar a cabo una estrategia de logística indoor.    


Evaluación y conteo de mercancía recepcionada.

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