miércoles, 14 de julio de 2010

Confieso que he llorado, confieso que he soñado.

LinealCero felicita a todos los aficcionados españoles por la consecución del Campeonato Mundial de Fútbol FIFA.



Madrid, 12 de julio de 2010. Equipo LinealCero.







Gloria a Dios en las alturas,

recogieron las basuras

de mi calle, ayer a oscuras

y hoy sembrada de bombillas.

Y colgaron de un cordel

de esquina a esquina un cartel

y banderas de papel

azul, rojas y amarillas.

Hoy el noble y el villano,

el prohombre y el gusano

bailan y se dan la mano

sin importarles la facha.

Juntos los encuentra el sol

a la sombra de un farol

empapados en alcohol

abrazando a una muchacha.

Vamos subiendo la cuesta

que arriba mi calle

se vistió de fiesta.

¡Apurad!

que allí os espero si queréis venir

pues cae la noche y ya se van

nuestras miserias a dormir.



Joan Manuel Serrat, extraído de su tema "Fiesta".





Perdonen la ausencia, hemos llorado. Durante estos últimos días, durante todo este eterno tiempo en que permanecimos presos de nuestras ansias y deseos, el blog ha estado en las coordenadas virtuales que el ciberespacio le asignó. Seguramente rotando junto al universo físico y sus metadimensiones, tal vez formando parte de una realidad más tangible que las de sus propios ensambladores. Absorbidos por el limbo, nos hemos distanciado de sus mecanismos programados, quizá de su pretendido afán de ser sujeto de divulgación. Ignoramos la existencia de su filosofía dimensional de editoriales de mercado; nos desentendimos de su férrea naturaleza y sus fehacientes e inquebrantables convicciones retail. En la fútbolsfera y su iconodominancia, nos exoneramos de su imagen de fiel reflejo de nuestras experiencias e interpretaciones. Perdonen, de nuevo, nuestra ausencia, pero hemos llorado. Hemos sentido, hemos vivido, o quizá tan sólo hayamos soñado. Durante estos gloriosos días, les hemos abandonado, nos hemos abandonado. Rompimos el cordón umbilical que nos une a la red, al mundo, flotando en el limbo colectivo de la emoción y las lágrimas, sintiéndonos de este modo, enajenados. Rogamos perdón si, como consecuencia de nuestro alienador egoísmo, nuestra indiferencia circunstancial con respecto a realidades ajenas, nos ha hecho olvidar que en alguna parte del mundo durante las últimas horas, se ha sufrido o penado; o por si algún descubrimiento científico nos ha quedado escorado. Estábamos desconectados. Perdonen una vez más: perdidos en el universo de las emociones, hemos llorado.




Pero no se inquieten: fin de la epidemiología nacional. Ahora que los cardiólogos han logrado inocular a la población del virus de la razón de la sinrazón, gracias a ellos iniciamos de nuevo el viaje hacia la rutina y cotidianeidad. A partir de mañana dejaremos de soñar: nos despediremos de nuestras esposas o amantes, hermanos y primos, padres y amigos y optaremos por ingerir la píldora azul "Matrix"; volveremos a embarcarnos en lo que somos, en nuestro caso vendedores, cronistas, faranduleros, nomadistas de tiendas, quijotes soñadores y, sobre todo, tenderos. Podrán visitar nuestras tiendas los clientes sin temor a ser abrazados. Los proveedores, podrán descolgar tranquilamente su teléfono con la seguridad de que no saltará el buzón de voz, de que estaremos al otro lado. Las cajeras dejarán de ser princesas, pero tan sólo en los ropajes de nuestra imaginación. Y nuestros vendedores y reponedores, olvidarán su avatar euforístico de espartanos, guerreros contra la reducción de consumo. Las medianas y grandes superficies dejaran de aspirar a ser improvisados estadios, donde todas las marcas se engalanan de rojo y compiten por nuestra renta disponible.




Todo volverá a la normalidad porque la realidad y el sentido común así lo imponen. Regresarán las incidencias a la sala de ventas. Respirarán baterías hasta agotar sus energías walkies, PTT´s y terminales radiofrecuencias. Volveremos a coincidir en la cafetería del Centro Comercial, qué tal los niños, dónde visteis la final. Nos tendremos que sentar con nuestro equipo de nuevo para debatir el cuadrante aún tan sólo predefinido de las vacaciones, este año le toca a Clara septiembre, Mayte espera un bebé y será baja por maternidad. Discutiremos con el representante comercial de turno porque no nos llega a tiempo el género y está programada la oferta. El teléfono fijo y el móvil se volverán a aliar contra nosotros desde segunda hora de la mañana. Reunión comercial con el gerente para el “non food”: ¿prolongamos la campaña del mundial?, ¿mantenemos el textil selección, los balones y las banderas como producto de temporada?. Unos que sí, otros que no, porque, escúchame, ahora me toca a mí el pasillo central. Y volveremos a la carga diaria contra los técnicos: ¡Informática!, esta oferta no está cargada en el sistema, no computa en línea de cajas; y esta otra está mal asignada. Oye, tú, "Catálogo Nacional Fiesta Aniversario", ponte al corriente con la Central. Habría que analizar la reclamación de este cliente y ver en dónde se encuentra la anomalía: en servicio proveedor, proceso de sala, o bien producto, atención local, legislación o cliente, no puede volver a originarse. Correos electrónicos en casacada en el Outlook: "Autor local de novela histórica acepta propuesta de presentación de publicación en el subsector librería: encárgate tú del protocolo, yo contacto con la emisora de radio. Mayca Admistración".  Reunión con el director comercial tras la resaca: estudio del informe de facturación: este lineal está muy bajo de rendimiento, aquí hay rotura de stock…, por qué no funciona este artículo…, qué habéis pensado para incluir como producto en el próximo catálogo regional. Recepción de mercancías: palé dañado transporte logístico. Seguridad, esta zona está mal iluminada, punto ciego CCTV. Sin comunicación con el courier UPS, ni el estado en tiempo real de la expedición. Implantación por apertura en Orense, os vais un mes con parte de vuestro equipo a levantar la tienda. Radio RM: Paula ha volcado un palé de tarros de mermeladas en el almacén: fotografiar con fecha y registro de lote, equipo de limpieza con María a la cabeza y papeleo con el Seguro, seguro. ¿Habéis chequeado con los symbols a la competencia?, yo estoy con control de fechas y estados de stock de cafetería; Alberto en cartelería-imprenta y Mirian con “compras internas”. Mañana sin falta y para cuándo el informe del estudio de códigos postales. Ningún producto peligroso de ferretería sin blíster debe estar al alcance de un niño pequeño, Mamen debe modificar la ubicación de pinchos con urgencia. Productos sin “visual card” en el Electro. Formación para cajeras: nos están colando billetes falsos y se ha detectado algún que otro portador de tarjetas presuntamente sustraída: importante exigir el DNI o documentación oficial alternativa. Mantén la cartelería “Mundial”. Patio de transbordo cerrado.... Todo ello constituye la vida, el maravilloso, dinámico y caótico orden de una operativa de distribución de venta minorista. Pero nada de ello impedirá que olvidemos que por unos días, soñamos.




Por la tarde, de vuelta a casa, todo recuerda a la fiesta y la ilusión y las cajas de pizzas y latas de todo tipo de bebida prevalecen como restos paleológicos de la contienda reciente. Un poco de orden y limpieza y todo vuelve a la normalidad, para poder poner el portátil y el móvil encima de la mesa-camilla y poder estar de nuevo on line y nuevamente en la acción: "oye, ¿tenemos algo para el blog?... está muy parado"; "este texto no acaba de tomar forma; aquí no queda claro lo que dices; yo lo enfocaría de este modo"; "nos remiten un texto bastante bueno desde Colombia…¡publicamos!"; "¿qué ha colgado Hipermercados.blog los últimos días?", "¿Y alguien está pendiente de Paco Atalaya?:ya hablé yo con él". "He encontrado documentación pdf que podría cuadrar en la weblog…"; "¿maquetas tú o reviso los textos yo?"… Al fin y al cabo, hemos soñado: gracias a todos por vuestro apoyo y paciencia, seguimos con todos vosotros y confesamos que hemos llorado, confesamos que hemos soñado.




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